martes, febrero 26, 2008


La copla del amor perdido - Neruda


I
El amor que no le dije me está entristeciendo ahora
No salió de mis labios y pasó por su lado como una suave sombra!
No lo supo mirar, no lo supo sentir, y mi boca tampoco se lo pudo decir...
Se perdió como un canto que se muere en los labios, se murió como un buque que se pierde en el mar.
Pasó como una sombra... No lo supo sentir... no lo supo sentir... no lo supo mirar...!
II
Silencioso amor.
Campana sin metal. Silencio.
Estoy triste ahora.
Tarde. Recuerdo.
Silencio. Soledad. Amor...
Si lo hubiera dicho en aquel atardecer...
Para qué lo callaría... ?
Para qué?!


sábado, febrero 23, 2008



" Pero si siente usted alguna emoción verdadera, escóndala como un tesoro, no permita que nadie la sospeche, o estará usted perdido. Dejaría de ser el verdugo para convertirse en víctima. Si alguna vez ama, ¡Guarde su secreto!, no lo descubra sin estar antes muy seguro de a quién abre su corazón. Podrá resguardar por anticipado este amor que no existe todavía, aprenda a desconfiar de este mundo. "
Honoré de Balzac, Goriot, el Padre


Desde que tu te fuiste... (P. Neruda)


Desde que tú te fuiste,
yo siento la amargura infinita de haberte callado tantas cosas: de haber
callado, mártir, esta blanda ternura que oculté como pueden ocultarse las rosas,
y de no haberte dicho las palabras fragantes que llevaba en la boca cuidadas y sumisas;
que esperé tantas veces que salieran vibrantes
y que siempre se helaron en una cruel sonrisa.
Ahora que te fuiste sufro dolor intenso de haber callado,
mártir de mí mismo el inmenso tesoro de dulzura que floreció en mi amor.
Pero sé que si un día volvieras a mi vida,
al buscar vanamente las palabras perdidas......

Sellaría mis labios el oculto amargor.


miércoles, febrero 20, 2008


El viaje definitivo – J. R. Jiménez

…Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros
cantando;
y se quedará mi huerto, con su verde árbol,
y con su pozo blanco.

Todas la tardes, el cielo será azul y plácido;
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.

Se morirán aquellos que me amaron;
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado,
mi espíritu errará, nostálgico…

Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido…
Y se quedarán los pájaros cantando.

lunes, febrero 18, 2008


Celos
Jose Angel Buesa (1910-1982)

Ya solo eres aquella
que tiene la costumbre de ser bella.
Ya pasó la embriaguez.
Pero no olvido aquel deslumbramiento,
aquella gloria del primer momento,
al ver tus ojos por primera vez

Y se que, aunque quisiera,
no he de volverte a ver de esa manera.
Como aquel instante de embriaguez;
y siento celos al pensar que un día,
alguien, que no te ha visto todavía,
verá tus ojos por primera vez.

jueves, febrero 14, 2008


Poemas mágicos y dolientes – J.R. Jiménez



Impenetrable es tu frente, cual un muro.

Tan cerca de los ojos, ¿cómo retiene preso

tu pensamiento? ¿Cómo su recinto es oscuro,

bajo el cabello de oro, sobre el radiante beso?

Con la movilidad del foso de tus ojos,

la fijeza de dardo de los míos esquivas;

a veces, brillan dentro como ponientes rojos,

a veces, como rápidas estrellas pensativas-.

¡Mujer, que yo lo vea! Libra de sus penosas

dudas a este constante asedio de mis penas;

¡quiero saber si tu alma es un jardín de rosas,

o un pozo verde, con serpientes y cadenas!


¿Las oyes cómo piden realidades,
ellas, desmelenadas, fieras,
ellas, las sombras que los dos forjamos
en este inmenso lecho de distancias?
Cansadas ya de infinidad, de tiempo
sin medida, de anónimo, heridas
por una gran nostalgia de materia,
piden límites, días, nombres.
No pueden
vivir así ya más: están al borde
del morir de las sombras, que es la nada.
Acude, ven conmigo.
Tiende tus manos, tiéndeles tu cuerpo.
Los dos les buscaremos
un color, una fecha, un pecho, un sol.
Que descansen en ti, sé tú su carne.
Se calmará su enorme ansia errante,
mientras las estrechamos
ávidamente entre los cuerpos nuestros
donde encuentren su pasto y su reposo.
Se dormirán al fin en nuestro sueño
abrazado, abrazadas. Y así luego,
al separamos, al nutrirnos sólo
de sombras, entre lejos,
ellas
tendrán recuerdos ya, tendrán pasado
de carne y hueso,
el tiempo que vivieron en nosotros.
Y su afanoso sueño
de sombras, otra vez, será el retorno
a esta corporeidad mortal y rosa
donde el amor inventa su infinito.

Salinas

miércoles, febrero 13, 2008


Desnudos – J. R. Jiménez

Por el mar vendrán
las flores del alba
(olas, olas llenas
de azucenas blancas),
el gallo alzará
su clarín de plata.

(¡Hoy! te diré yo
tocándote el alma)

¡Oh, bajo los pinos,
tu desnudez malva,
tus pies en la tierna
hierba con escarcha,
tus cabellos verdes
de estrellas mojadas!

(...Y tú me dirás
huyendo: Mañana)

Levantará el gallo
su clarín de llama,
y la aurora plena,
cantando entre granas,
prenderá sus fuegos
en las ramas blandas.

(¡Hoy! te diré yo
tocándote el alma)

¡Oh, en el sol nacido,
tus sienes doradas,
los ojos inmensos
de tu cara maga,
evitando azules
mis negras miradas!

(...Y tú me dirás
huyendo: Mañana)


Cállate, por Dios, que tú

no vas a saber decírmelo.

Deja que abran todos mis

sueños y todos tus lirios.


Mi corazón oye bien

la letra de tu cariño.

El agua lo va temblando

entre los juncos del río,

lo va extendiendo la niebla,

lo están meciendo los pinos

(y la luna opaca) y el

corazón de tu destino...


¡No apagues por Dios, la llama

que arde dentro de mímismo!

¡Cállate por Dios, que tú

no vas a poder decírmelo!


J. R. Jiménez


lunes, febrero 11, 2008


POSTAL

No sé si me engañaste, más fingiste
tan bien tu amor y tu entusiasmo loco,
que hoy, aunque nada entre los dos existe,
aún me parece que me amaste un poco.

Y si hoy, otra mujer, una alegría
dejar quisiera en mi existencia triste,
para hacerme feliz le pediría
que me engañara como tú lo hiciste.

FEDERICO RIVAS FRADE ( Colombia )

viernes, febrero 08, 2008


NOCTURNO VIII

Aquí, solo en la noche, ya es posible la muerte.
Morir es poca cosa si tu amor está lejos.

Puedo cerrar los ojos y apagar las estrellas.
Puedo cerrar los ojos y pensar que ya he muerto.

Puedo matar tu nombre pensando que no existes.
Ahora, solo en la noche, sé que todo lo puedo.

Puedo extender los brazos y morir en la sombra,
y sentir el tamaño del mundo en mi silencio.

Puedo cruzar los brazos mirándote desnuda,
y navegar por ríos que nacen en tu sueño.

Sé que todo lo puedo porque la noche es mía,
la gran noche que tiembla de un extraño deseo.

Sé que todo lo puedo, porque puedo olvidarte:
Sí. En esta sombra, solo, sé que todo lo puedo.

Y ya ves: me contento con cerrar bien los ojos
y apagar las estrellas y pensar que me he muerto

Buesa


viernes, febrero 01, 2008


Me parece que igual a los dioses

Es aquel joven que frente a ti

Se sienta y escucha de cerca mientras

Amable conversas.

Y sonríes seductora. Sí, esto

Aterra mi corazón dentro del pecho

Pues tan pronto te miro un instante

Como ya me es imposible decir una palabra,

Pues mi lengua desfallece; enseguida,

Un fuego sutil irrumpe bajo mi piel,

Nada veo con mis ojos, zumban

Mis oídos,

Se me esparce el sudor, un escalofrío

Me apresa toda, estoy más pálida

Que la hierba y me parece que

Falta poco para morir.

Pero todo hay que soportarlo, pues esto es así.

Safo


Se ha sumergido ya la luna. Media noche,

pasan las horas y yo duermo sola.

Safo