martes, abril 29, 2008



Era mi amiga - Buesa


Era mi amiga, pero yo la amaba
yo la amaba en silencio puramente,
y mientras sus amores me contaba
yo escuchaba sus frases tristemente.
 
Era mi amiga, pero me gustaba
y mi afán era verla a cada instante.
Nunca supo el amor que yo albergaba
porque siempre me hablaba de su amante.
 
Era mi amiga para todo el mundo
porque a nadie mi amor yo confesaba,
pero yo la quería muy profundo
y forzosamente me callaba.
 
Era mi amiga, y mi cuerpo sentía
estremecer si ella me miraba,
al oírla junto a mí feliz me hacía
mas de este amor ella nunca supo nada
 
y aunque sólo mi amistad yo le ofrecía,

era mi amiga, pero yo la amaba.

domingo, abril 27, 2008


Soneto con sed - Buesa


Leyendo un libro, un día, de repente,
hallé un ejemplo de melancolía:
Un hombre que callaba y sonreía,
muriéndose de sed junto a una fuente.
 
Puede ser que, mirando la corriente,
su sed fuera más triste todavía;
aunque acaso aquel hombre no bebía
por no enturbiar el agua transparente.
 
Y no sé más. No sé si fue un castigo,
y no recuerdo su final tampoco
aunque quizás lo aprenderé contigo;
 
yo, enamorado, soñador y loco,
que me muero de sed y no lo digo,

que estoy junto a la fuente y no la toco.

martes, abril 22, 2008


Canción de la espera - Buesa


Espero tu sonrisa y espero tu fragancia
por encima de todo, del tiempo y la distancia.
Yo no sé desde dónde, hacia dónde, ni cuándo
regresarás ... sé sólo que te estaré esperando.
 
En lo alto del bosque y en lo hondo del lago,
en el minuto alegre y en el minuto aciago,
en la función pagana y en el sagrado rito,
en el limpio silencio y en el áspero grito.
 
Allí donde es más fuerte la voz de la cascada,
allí donde está todo y allí donde no hay nada,
en la pluma del ala y en el sol del ocaso,
yo esperaré el sonido rítmico de tu paso.
 
Comprendo que de mí ya se ría la gente
al ver cómo te espero desesperadamente.
Cuando todos los astros se apaguen en el cielo,
cuando todos los pájaros paralicen el vuelo
cansados de esperarte, ese día
lejano yo te estaré esperando todavía.
 
No importa: aunque me digan todos que desvarío,
yo te espero en las ondas musicales del río,
en la nube que llega blanca de su trayecto,
en el camino angosto y en el camino recto.
 
Niño, joven o anciano, sonriendo o llorando,
en el alba o la tarde, yo te estaré esperando,
y si me convenciera que ese ansiado día

no habría de llegar, también te esperaría.

viernes, abril 18, 2008


Poesía del Amor Imposible
José Angel Buesa


Esta noche pasaste por mi camino
y me tembló en el alma no sé qué afán
pero yo estoy consciente de mi destino
que es mirarte de lejos y nada más.

No, tú nunca dijiste que hay primavera
en las rosas ocultas de tu rosal.
Ni yo debo mirarte de otra manera
que mirarte de lejos y nada más.

Y así pasas a veces tranquila y bella,
así como esta noche te vi pasar.
Más yo debo mirarte como una estrella
que se mira de lejos y nada más.

Y así pasan las rosas de cada día
dejando las raíces que no se van.
Y yo con mi secreta melancolía
de mirarte de lejos y nada más.

Y así seguirás siempre, siempre prohibida,
más allá de la muerte, si hay más allá.
Porque en esa vida, si hay otra vida,
te miraré de lejos y nada más...


martes, abril 08, 2008


Me gustas cuando callas - Neruda


Me gusta cuando callas porque estas como ausente,
y me oyes desde lejos y mi voz no té toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado y parece que un beso te cerrara la boca. Como todas las cosas están llenas de mi alma emerges de las cosas,
llenas del alma mía.
Mariposa de sueño,
te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.
Me gustas cuando callas y estas como distante.
Y estas quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos,
y mi voz no te alcanza: Déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio claro como una lámpara,
simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella,
tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estas como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa basta.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.