viernes, diciembre 26, 2008



Como siguen al sol los girasoles

y viven de su luz y lo respiran,

son mis oídos ya los que te miran,

mi boca quien escucha tus resoles.


No pongas más a prueba ni acrisoles

el amarillo amor en que se estiran,

ni el fulgor tanto alejes al que aspiran

que, por saberlos tuyos, los asoles.


Córtame ya, y arranca lentamente,

sin que la sangre conyugal te alarme,

grano por grano toda mi simiente.


Será ése el mejor modo de acabarme,

pues temo que tu sol indiferente

me deje marchitar sin devorarme.


A. Gala

jueves, diciembre 18, 2008


Se reencuentran ellos, que en mi frente
no faltó tu presencia ni un momento,
ni te ausentaste de mi pensamiento
el tiempo de un suspiro solamente.

Cegada y sordomuda, el alma hirviente
se entronizó sobre su sentimiento
y olió la noche, por si acaso el viento
le acercaba tu aroma incandescente.

Sólo ellos se reencuentran, no nosotros,
que nunca nos habíamos perdido,
un dulce yugo sobre los dos cuellos.

Piafan, relinchan, triscan como potros,
se mecen entre el gozo y el gemido.
Son tu cuerpo y mi cuerpo, sólo ellos.


A. Gala

sábado, diciembre 06, 2008


Arrebátame, amor, águila esquiva,

mátame a desgarrón y a dentellada,

que tengo ya la queja amordazada

y entre tus garras la intención cautiva.


No finjas más, no ocultes la excesiva

hambre de mí que te arde en la mirada.

No gires más la faz desmemoriada

y muerde de una vez la carne viva.


Batir tu vuelo siento impenetrable,

en retirada siempre y al acecho.

Tu sed eterna y ágil desafío.


Pues que eres al olvido invulnerable,

vulnérame ya, amor, deshazme el pecho

y anida en él, demonio y ángel mío.

A. Gala

...
Tibi se cor meum totum sugicit,
quia te contemplans totum deficit.
...

(A ti se somete mi corazón por completo,
y desfallece totalmente al contemplarte)



Sto. Tomás de Aquino