sábado, junio 19, 2010

 
En tanto que de rosa y azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
enciende al corazón y lo refrena;

y en tanto que el cabello, que en la vena
del oro se escogió, con vuelo presto,
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena:

coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto, antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre.

Marchitará la rosa el viento helado,
todo lo mudará la edad ligera
por no hacer mudanza en su costumbre.
Garcilaso de la Vega

2 comentarios:

j dijo...

Esos colores me suenan... :P pero no pillo el final.

Otoño dijo...

Creo que Garcilaso opina que el pelo canoso y las arrugas en la cara no pueden ser una "segunda primera". Así que aconseja que se aproveche la juventud.
No estoy de acuerdo... creo que el otoño puede ser precioso