Yo me he asomado a las profundas simas
de la tierra y del cielo,
y les he visto el fin, o con los ojos,
o con el pensamiento.
Mas ¡ay! de un corazón llegué al abismo
y me incliné un momento,
y mi alma y mis ojos se turbaron:
¡tan hondo era y tan negro!!
Bécquer
1 comentario:
Minimalista. Lo primero que me viene a la cabeza es que de quien habla no merece más dedicación de tiempo, aunque la primera estrofa vale la pena releerla varias veces.
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